Miles de militares llegan a Picanya mientras vecinos luchan contra el lodo
La localidad valenciana de Picanya sigue enterrada en barro tres días después de la inundación. Mil militares adicionales se unen a las tareas de limpieza mientras vecinos y voluntarios trabajan sin descanso
En una mañana de noviembre la V-30 se convierte en escenario de dos columnas muy distintas: vehículos militares y miles de voluntarios con palas y escobas avanzan hacia las zonas afectadas por la DANA
El pueblo de Picanya (con sus 10.000 habitantes) ubicado a 5-km de Valencia muestra un panorama desolador: calles cubiertas hasta las rodillas de fango y autos destrozados por doquier
Aquí no llovía nada y la gente estaba haciendo vida normal‚ por lo que fue un auténtico desastre; el agua llegó a los dos metros de altura enseguida
El sargento primero Abraham del BIEM IV coordina entre 40-50 personas que trabajan en la zona: “limpiamos vías ayudamos a familias y movemos vehículos incrustados en casas“ (aunque muchos vecinos siguen preguntándose donde está toda la ayuda prometida)
La UME realiza tareas menos visibles pero igual de importantes - evacúan personas con movilidad reducida; achican agua de sótanos y retiran vehículos bloqueados; un proceso que requiere mucha paciencia y precisión
El teniente Medina del RT21 dirige las nuevas unidades del Ejército de Tierra que se incorporan a las tareas: su primera misión es despejar las vías principales del municipio; mientras tanto los vecinos y voluntarios siguen trabajando sin parar en cada esquina del pueblo