Juez argentino ordena a la RAE eliminar acepción ofensiva de "judío"

Un tribunal argentino exige a la Real Academia Española suprimir una definición discriminatoria de "judío" en su diccionario. La decisión surge tras una denuncia de líderes judíos locales.

27 de septiembre 2024, 06:17  •  16 vistas

Juez argentino ordena a la RAE eliminar acepción ofensiva de "judío"

En un fallo histórico, la justicia argentina ha ordenado a la Real Academia Española (RAE) eliminar una acepción considerada ofensiva de la palabra "judío" en su diccionario. Esta decisión, tomada por el juez Ariel Lijo, marca un hito en la lucha contra la discriminación lingüística y refleja la creciente sensibilidad hacia el uso del lenguaje en contextos sociales y culturales.

La RAE, fundada en 1713, ha sido durante siglos la autoridad máxima en la lengua española. Su diccionario, publicado por primera vez en 1780, ha evolucionado desde las 42.500 entradas iniciales hasta más de 93.000 en la actualidad. Sin embargo, esta evolución no siempre ha estado exenta de controversias.

El caso en cuestión se centra en la quinta acepción de "judío", que lo define como "avariento o usurero". El juez Lijo argumenta que esta definición constituye un discurso de odio que incita a la discriminación religiosa, violando la ley argentina 23.592, promulgada en 1988 para combatir la discriminación.

La denuncia que desencadenó esta decisión judicial fue presentada hace 30 días por Claudio Epelman, apoderado del Congreso Judío Mundial, y Jorge Knoblovits, presidente de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA). Estas organizaciones, fundadas en 1936 y 1935 respectivamente, han sido fundamentales en la defensa de los derechos de la comunidad judía en Argentina y a nivel internacional.

Es importante destacar que Argentina alberga la sexta comunidad judía más grande del mundo, con una población estimada de 180.000 personas. El primer asentamiento judío en el país data de 1860, y desde entonces, la comunidad ha sido una parte integral de la sociedad argentina.

El fallo judicial no solo ordena la eliminación de la acepción ofensiva, sino que también instruye al Ente Nacional de Comunicaciones de Argentina a bloquear el acceso a la definición en línea hasta que la RAE cumpla con la orden.

Esta decisión se enmarca en un contexto histórico de discriminación contra los judíos. Desde su expulsión de España en 1492 hasta el Holocausto (1941-1945), la comunidad judía ha enfrentado numerosos desafíos y prejuicios. El estereotipo del "judío usurero" tiene raíces en la Edad Media, cuando las restricciones religiosas sobre el préstamo de dinero llevaron a muchos judíos a desempeñar roles financieros en las sociedades europeas.

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La RAE ha realizado modificaciones similares en el pasado. En 2015, se modificó la acepción de "gitano" como "trapacero", y en 2018, se ajustó la definición de "fácil" para hacerla más inclusiva. Estos cambios reflejan una tendencia hacia un lenguaje más respetuoso y menos discriminatorio.

El español, siendo el segundo idioma más hablado del mundo por número de hablantes nativos, tiene una influencia significativa en la cultura global. La decisión del juez Lijo podría tener repercusiones más allá de las fronteras argentinas, influyendo en cómo se abordan las definiciones potencialmente ofensivas en otros idiomas y culturas.

Es importante recordar que la Constitución argentina garantiza la libertad de culto desde 1853, y el país ha sido históricamente un refugio para diversas comunidades religiosas y étnicas. Esta decisión judicial refuerza el compromiso de Argentina con la diversidad y la inclusión.

"De acuerdo con los criterios establecidos para el Diccionario de la lengua española, no es posible eliminar una acepción cuando está avalada por el uso -como sucede en este caso-, por más que pueda resultar socialmente inapropiada o reprobable. Sin embargo, se ha considerado oportuno añadir la indicación de que su uso puede resultar ofensivo o discriminatorio".

Respuesta de la RAE en 2023

Esta respuesta de la RAE, dada hace un año, no satisfizo a los demandantes, lo que llevó a la actual acción legal. La decisión final sobre este caso podría sentar un precedente importante en la intersección entre el lenguaje, la cultura y los derechos humanos.