Google acusa a Microsoft de prácticas anticompetitivas en la nube ante la UE

En un giro significativo en el competitivo mercado de servicios en la nube, Google ha presentado una queja formal ante la Comisión Europea, acusando a Microsoft de prácticas anticompetitivas. Esta acción marca un nuevo capítulo en la rivalidad entre dos de los gigantes tecnológicos más influyentes del mundo, fundados en 1998 y 1975 respectivamente.

Según Amit Zavery, vicepresidente de Google Cloud, Microsoft estaría implementando estrategias para disuadir a sus clientes de utilizar servicios en la nube que no sean Azure. Entre las acusaciones más graves, se alega que la compañía de Seattle impone sobrecostos de hasta un 400% a los clientes que optan por ejecutar aplicaciones de Windows en plataformas de la competencia.

Además, Google afirma que las aplicaciones de Microsoft en nubes rivales reciben actualizaciones de seguridad con retraso, lo que podría comprometer la integridad de los datos de los usuarios. Esta práctica es particularmente preocupante en un contexto donde la seguridad cibernética se ha convertido en una prioridad crítica para las empresas que utilizan servicios en la nube.

Es importante destacar que el mercado global de servicios en la nube, valorado en más de $300 mil millones en 2023, ha experimentado un crecimiento exponencial, especialmente tras la pandemia de COVID-19 que aceleró la adopción de estas tecnologías. En este contexto, la competencia entre proveedores como Google Cloud Platform, lanzada en 2008, y Azure, que debutó en 2010, se ha intensificado.

La disputa actual no es un caso aislado en la industria tecnológica. En julio de 2024, Microsoft acordó pagar 20 millones de euros para resolver una controversia similar con CISPE, la asociación de proveedores de nube europea. Sin embargo, Google, junto con Amazon Web Services y AliCloud, se distanció de este acuerdo, considerándolo insuficiente.

La respuesta de Microsoft a estas acusaciones ha sido contundente: "Habiendo fallado a la hora de persuadir a las compañías europeas, esperamos que a Google le ocurra lo mismo con la Comisión Europea". Esta declaración sugiere que la batalla legal y de relaciones públicas entre ambas compañías está lejos de terminar.

Zavery ha hecho un llamado a la acción, instando a la Comisión Europea a intervenir: "Si algo no ocurre, el mercado de la nube será más y más restrictivo. La Comisión Europea tiene que actuar para que los usuarios puedan escoger las opciones que más le convengan".

Esta disputa se desarrolla en un momento en que la industria de la nube enfrenta desafíos significativos, incluyendo la escasez de talento especializado, preocupaciones sobre la soberanía de datos y el creciente interés en tecnologías emergentes como el edge computing y la computación cuántica. Además, la sostenibilidad y el consumo energético de los centros de datos se han convertido en temas cruciales para el sector.

La decisión de la Comisión Europea, el órgano ejecutivo de la Unión Europea, será fundamental para determinar el futuro del mercado de la nube en Europa y podría tener repercusiones globales. Esta no sería la primera vez que la UE interviene en disputas tecnológicas, habiendo multado a Google en varias ocasiones en el pasado por prácticas anticompetitivas.

Mientras la industria espera el veredicto, queda claro que la competencia en el mercado de la nube seguirá siendo intensa, con implicaciones significativas para la innovación, la seguridad y la elección del consumidor en el panorama tecnológico global.