El "Príncipe de Marbella" absuelto: la historia de un título ficticio
Antonio Pleguezuelos, autoproclamado "Príncipe de Marbella", fue absuelto por el TSJA tras años de litigio. El caso revela las complejidades legales en torno a los títulos nobiliarios ficticios en España.
En un giro inesperado de los acontecimientos, Antonio Pleguezuelos, conocido por autoproclamarse "Príncipe de Marbella", ha sido absuelto por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) tras años de litigio legal. Este caso ha puesto de manifiesto las complejidades legales que rodean a los títulos nobiliarios ficticios en España.
La historia comenzó cuando Pleguezuelos, que se presentaba como "filántropo", empezó a utilizar el título de Príncipe de Marbella en eventos sociales y galas benéficas. Es importante destacar que la filantropía es una actividad común entre las clases altas y la nobleza española, lo que inicialmente no levantó sospechas sobre la legitimidad de su título.
Sin embargo, en 2018, la Diputación Permanente y Consejo de la Grandeza de España y Títulos del Reino, un órgano consultivo en materia nobiliaria, presentó una denuncia contra Pleguezuelos. Este hecho marcó el inicio de un proceso legal que ha durado varios años.
El caso tomó un giro sorprendente cuando se reveló que un notario de Marbella había certificado oficialmente el título de Pleguezuelos en diciembre de 2016. Es crucial entender que los notarios en España son funcionarios públicos con fe pública, lo que añadió credibilidad al título ficticio.
El TSJA ha determinado que, aunque Pleguezuelos no puede ser considerado culpable de falsedad documental, el notario sí cometió un delito al certificar un título inexistente. Esta decisión subraya la gravedad de la falsificación de documentos públicos en España.
"No es delito auto proclamarse noble o príncipe, en este caso, de Marbella, como tampoco no lo es que Pleguezuelos lo usara en sus relaciones sociales y de manera pública."
Es importante contextualizar este caso dentro del marco legal español. La nobleza española tiene una larga historia que se remonta a la Edad Media, y el sistema de títulos nobiliarios está regulado por la Constitución de 1978. Según la ley, solo el Rey de España puede conceder nuevos títulos nobiliarios, y Marbella nunca ha sido un principado real en la historia de España.
El caso de Pleguezuelos plantea interrogantes sobre la línea entre la fantasía y el fraude. Aunque puede seguir utilizando el título de "Príncipe de Marbella" en sus tarjetas de visita, queda claro que este principado solo existe en sus redes sociales y en una página web.
Este caso sirve como recordatorio de que, aunque la Constitución Española de 1978 reconoce los títulos nobiliarios, los despoja de privilegios legales. La historia del "Príncipe de Marbella" es un fascinante estudio de caso sobre la intersección entre la ley, la tradición y la ambición personal en la España moderna.
