El búnker secreto de Assad: La prisión que nadie podía fotografiar
Una instalación subterránea en Siria funcionó como centro de tortura durante casi cuatro décadas. El complejo laberíntico incluía túneles de escape exclusivos para la familia gobernante
El régimen de Bashar al-Assad creó una red subterránea que nadie podía ver: un centro de detención construido en los 80s (que funcionaba como lugar de tortura) donde los presos políticos desaparecían sin dejar rastro
La instalación — diseñada específicamente para opositores intelectuales y periodistas — operaba bajo un velo de secretismo total; ningún funcionario jamás compartió fotos o habló públicamente sobre su existencia. El complejo contaba con túneles especiales que la familia Assad usaba como ruta de escape
Los familiares de los detenidos enfrentaban una realidad cruel: sus seres queridos ingresaban al centro pero nunca más se sabía de ellos. La estructura funcionaba como un agujero negro en el corazón del sistema penitenciario sirio; donde el ingreso era simple pero la salida prácticamente imposible
- Estudiantes
- Periodistas
- Intelectuales
- Opositores políticos
El diseño incluía un laberinto de pasadizos subterráneos que servían como vías de evacuación exclusivas para los Assad y altos mandos del régimen. Esta red secreta — construida hace casi 4 décadas — permitía escapar discretamente en caso de emergencia