Descubren "papilas gustativas" en las patas del petirrojo marino

Científicos revelan que el Prionotus Carolinus posee papillae en sus patas, funcionando como un radar para detectar presas. Este hallazgo abre nuevas vías para el estudio de la evolución y el desarrollo de órganos artificiales.

26 de septiembre 2024, 15:07  •  0 vistas

Descubren "papilas gustativas" en las patas del petirrojo marino

El Prionotus Carolinus, comúnmente conocido como petirrojo marino, ha sido objeto de un fascinante descubrimiento científico. Este pez, que pertenece a la familia Triglidae, posee características únicas que lo distinguen de otros habitantes marinos.

Los investigadores han identificado la presencia de papillae, estructuras similares a las papilas gustativas humanas, en las patas de este peculiar pez. Estas protuberancias funcionan como un sofisticado radar, permitiendo al Prionotus Carolinus detectar estímulos mecánicos y químicos en su entorno.

Este hallazgo, publicado recientemente por la American Association for the Advancement of Science, no solo arroja luz sobre las capacidades sensoriales de esta especie, sino que también ofrece un modelo valioso para el estudio de la evolución y el desarrollo de rasgos especializados en los organismos.

Nicholas Bellono, investigador principal de la Universidad de Harvard, destaca la importancia de este descubrimiento:

"El Prionotus Carolinus es un modelo de organismo potencialmente muy útil para comparar rasgos especializados, y enseñarnos cómo la evolución permite la adaptación a entornos muy específicos."

Nicholas Bellono, investigador principal

El estudio, realizado en colaboración con científicos de la Universidad de Stanford y el Instituto Max Planck, incluyó una serie de experimentos meticulosos. Los investigadores observaron el comportamiento del petirrojo marino en cautividad, notando su capacidad para alternar entre nadar y caminar, así como su habilidad para detectar presas ocultas bajo la arena.

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Un aspecto intrigante del estudio fue la comparación con otra especie, el Prionotus Evolans. Esta especie, aunque similar en apariencia, carece de las papillae especializadas y la forma de pala en sus patas, lo que sugiere una reciente adaptación evolutiva en el Prionotus Carolinus.

Es importante destacar que el petirrojo marino, cuyo nombre científico fue establecido por Linnaeus en 1771, posee una serie de características fascinantes. Puede alcanzar una longitud de hasta 40 cm y su hábitat se extiende desde Nueva Escocia hasta el Golfo de México. Además de sus capacidades sensoriales únicas, estos peces pueden emitir sonidos gruñendo con su vejiga natatoria y tienen una excelente visión nocturna.

El descubrimiento de las papillae en las patas del Prionotus Carolinus no solo amplía nuestro conocimiento sobre la biodiversidad marina, sino que también abre nuevas vías para la investigación en campos como la biología evolutiva y la ingeniería de órganos artificiales. Este pez, con su combinación única de características, continúa sorprendiendo a la comunidad científica y demuestra la importancia de estudiar incluso las especies más inusuales de nuestros océanos.