Conflicto político emerge tras crisis de agua en Valencia
Autoridades valencianas discrepan sobre recomendaciones de consumo de agua tras inundaciones. La infraestructura hídrica sufre daños millonarios mientras miles de personas siguen sin acceso al agua potable
La situación del agua en Valencia se ha convertido en tema de debate político-sanitario: Carlos Mazón y el ministerio de Teresa Ribera mantienen posturas diferentes sobre su consumo (el primero recomienda agua embotellada mientras que el ministerio sugiere hervirla)
La DANA del 29-oct ha dejado un panorama complicado; cerca de 60 municipios tienen restricciones de agua y 7.000 personas en 12 localidades carecen totalmente de suministro. Los daños en la red de agua potable alcanzan los 105-millones de euros; mientras que el sistema completo necesita 331-millones para su reparación
El impacto en la infraestructura es significante:
- 96 depuradoras funcionan con daños
- 12 operan parcialmente
- 13 están completamente paradas
La gestión de lodos representa otro desafío: 4-5 millones de metros-cúbicos necesitan ser trasladados a canteras abandonadas. Las autoridades buscan tres lugares-estratégicos para su depósito; aunque la mayoría son de origen agrícola algunos contienen residuos fecales
El plan de recuperación incluye 1.300 inspecciones industriales para controlar vertidos y un proyecto especial para la restauración de la Albufera. La confederación del Júcar supervisará la calidad del agua; aunque se espera superar temporalmente los límites europeos de contaminación