En un movimiento que refleja los cambios internos en Vox, el partido de extrema derecha fundado en 2013, ha decidido destituir a Ana Vega de su cargo como presidenta en la provincia de Alicante. Esta decisión, tomada por el Comité Ejecutivo Nacional, marca un punto de inflexión en la estructura de poder del partido en una de sus regiones clave.
Eduardo Gutiérrez de Cabiedes, anteriormente presidente de Vox en Navarra y actual residente en Alicante, ha sido designado como el nuevo líder provincial. Este cambio se produce en un contexto de reestructuración interna que ha afectado a varias figuras prominentes del partido.
La caída en desgracia de Vega no es un hecho aislado. Ya en diciembre de 2023, fue relevada de su posición como portavoz en las Cortes Valencianas, el parlamento autonómico de la Comunidad Valenciana. Este órgano legislativo es fundamental en el sistema de gobierno autonómico de la región, que forma parte del modelo de monarquía parlamentaria española.
Vega, que había liderado la formación en Alicante desde 2019, mantendrá su escaño como diputada en el parlamento autonómico. Sin embargo, su influencia ha disminuido considerablemente, reflejando una tendencia más amplia de pérdida de poder de Alicante dentro de la estructura de Vox.
Es importante destacar que Vox ha experimentado un crecimiento significativo desde su fundación, obteniendo representación parlamentaria por primera vez en las elecciones andaluzas de 2018. El partido se ha caracterizado por sus posturas controvertidas, incluyendo propuestas anti-inmigración, euroescepticismo y oposición a las políticas de igualdad de género y matrimonio entre personas del mismo sexo.
La reestructuración en Alicante también se enmarca en un contexto más amplio de cambios en la cúpula nacional de Vox. La caída en desgracia de figuras como Javier Ortega Smith e Iván Espinosa de los Monteros, con quienes Vega estaba vinculada, ha tenido repercusiones en la estructura regional del partido.
Este cambio de liderazgo en Alicante podría tener implicaciones significativas para la representación de la provincia en Vox. La formación de coaliciones con el Partido Popular en varias comunidades autónomas, incluida la Generalitat Valenciana, ha mostrado una disminución de la influencia alicantina en la toma de decisiones del partido.
Vox continúa siendo un actor controvertido en la política española, con críticas por promover desinformación y teorías conspirativas, así como por su retórica anti-musulmana y su oposición a las políticas de memoria histórica relacionadas con la Guerra Civil Española. El partido también ha sido comparado con otros movimientos de extrema derecha en Europa, como el Frente Nacional francés.
En el ámbito de las políticas regionales, Vox ha abogado por la centralización del Estado y la supresión de las autonomías, una postura que contrasta con el actual sistema de gobiernos autonómicos en España. Además, el partido ha sido vocal en su apoyo a prácticas tradicionales como la tauromaquia y la caza, argumentando que son parte integral de la cultura española.
Mientras Vox continúa navegando por las aguas turbulentas de la política española, los cambios en Alicante subrayan la naturaleza dinámica y a menudo impredecible de las estructuras de poder dentro del partido. El tiempo dirá cómo estos ajustes afectarán la trayectoria de Vox tanto a nivel regional como nacional.