En España, las negociaciones sobre la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales han entrado en una fase crítica. El Ministerio de Trabajo, encabezado por Yolanda Díaz, se ha negado a presentar por escrito las propuestas que ha estado ofreciendo verbalmente en la mesa de negociaciones, lo que ha provocado una creciente desconfianza por parte de las organizaciones empresariales.
La jornada laboral en España ha sido objeto de numerosas reformas a lo largo de la historia. Desde la primera ley que la reguló en 1873, pasando por el establecimiento de la jornada máxima de 8 horas diarias en 1919, hasta la fijación de las 40 horas semanales en el Estatuto de los Trabajadores de 1980, el país ha experimentado una evolución constante en este ámbito.
En la reunión del pasado martes, 24 de septiembre de 2024, el secretario de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez Rey, mostró una mayor flexibilidad ante las demandas de la patronal. Esta actitud se interpreta como un intento del Ministerio de lograr un acuerdo tripartito que pueda superar los obstáculos en el Congreso de los Diputados, donde las principales iniciativas económicas del Gobierno enfrentan dificultades.
Entre las propuestas verbales del Ministerio se incluye la posibilidad de aplazar la entrada en vigor de la jornada de 37,5 horas hasta 2026, así como la flexibilización del registro horario obligatorio, implementado en 2019. Además, se ha mencionado la posibilidad de ofrecer bonificaciones de hasta el 100% en las cotizaciones sociales para nuevos contratos indefinidos en empresas de menos de 10 trabajadores.
Sin embargo, la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), fundada en 1977, ha expresado su frustración ante la negativa del Ministerio a presentar estas propuestas por escrito. Esta situación ha generado un clima de desconfianza, con los empresarios afirmando que es "imposible negociar" en estas condiciones.
"Hemos pedido las propuestas por escrito y no las presentan. Es imposible negociar con ellos, porque hoy dicen una cosa en la mesa y mañana lo niegan"
Las contradicciones entre lo discutido en la mesa de negociación y las declaraciones públicas han exacerbado la tensión. Por ejemplo, Yolanda Díaz negó públicamente que el Ministerio hubiera propuesto aplazar la reforma a 2026, a pesar de que esta información había sido confirmada por la portavoz de CCOO.
Ante esta situación, los sindicatos mayoritarios, CCOO y UGT, han iniciado una serie de protestas. La primera acción tuvo lugar el jueves 26 de septiembre de 2024 frente a las sedes principales de la CEOE. Además, los sindicatos planean una ronda de contactos políticos para buscar apoyo a un posible acuerdo en la mesa de diálogo social, incluso si este es bipartito.
Es importante recordar que el diálogo social, proceso de negociación entre gobierno, sindicatos y patronal, es fundamental en la política laboral española. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) promueve este tipo de negociaciones como una forma de garantizar los derechos laborales a nivel mundial.
La reducción de la jornada laboral es un tema complejo que afecta no solo a las empresas y trabajadores, sino también a las administraciones públicas y sus contratos de servicios. La experiencia de otros países, como Francia, que implementó la jornada de 35 horas semanales en el año 2000, podría servir como referencia en estas negociaciones.
En este contexto de tensión y desconfianza, el futuro de la reforma laboral en España sigue siendo incierto, mientras todas las partes intentan encontrar un equilibrio entre los intereses de los trabajadores y la viabilidad económica de las empresas.