La tensión en Oriente Medio alcanza niveles alarmantes, con la posibilidad de un conflicto abierto entre Israel y Hezbolá. La incertidumbre sobre la asistencia del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu a la Asamblea General de la ONU en Nueva York refleja la gravedad de la situación.
Benjamin Netanyahu, quien ha ocupado el cargo de primer ministro en varios períodos desde 1996, podría ser reemplazado por el ministro de Asuntos Exteriores, Israel Katz, en la reunión anual que se celebra cada septiembre. Esta decisión dependerá del estado de las tensiones con Hezbolá, organización fundada en 1985 en respuesta a la ocupación israelí del sur del Líbano.
El presidente estadounidense, Joe Biden, expresó su preocupación en una entrevista con el programa "The View" de ABC, transmitido desde 1997. Biden, el 46º presidente de EE.UU. en el cargo desde 2021, advirtió sobre la posibilidad de una "guerra generalizada" en la región.
Francia y Estados Unidos están realizando esfuerzos diplomáticos para evitar una escalada. El ministro de Exteriores francés, Jean Noël Barrot, anunció en el Consejo de Seguridad de la ONU que ambos países buscan negociar un alto al fuego de 21 días. Francia, que fue la potencia mandataria del Líbano de 1920 a 1943, mantiene un interés histórico en la estabilidad de la región.
Sin embargo, las perspectivas de éxito son limitadas. Hezbolá, que recibe apoyo militar y financiero de Irán, es poco probable que acepte retirarse al río Litani, el más largo del Líbano con 170 km, como estipula la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad que puso fin a la guerra de 2006. Esta guerra, que duró 34 días, dejó profundas cicatrices en ambos lados.
Por su parte, Israel ha rechazado los intentos de EE.UU. para lograr una tregua en el conflicto con Hamás en Gaza. Hamás, fundado en 1987, controla la Franja de Gaza desde 2007, añadiendo otra capa de complejidad al ya intrincado panorama geopolítico de la región.
La frontera entre Israel y Líbano, de aproximadamente 120 km de longitud, es vigilada por la fuerza de paz de la ONU (UNIFIL) desde 1978. La llamada "Línea Azul", establecida por la ONU, sirve como demarcación entre ambos países, pero las tensiones persisten.
"Una guerra generalizada es posible"
El conflicto israelí-palestino, con raíces que se remontan al siglo XX, sigue siendo un factor desestabilizador en la región. La Asamblea General de la ONU, con sus 193 estados miembros, y el Consejo de Seguridad, compuesto por 15 miembros incluyendo 5 permanentes, son escenarios clave para la diplomacia de alto nivel que busca abordar estas crisis.
La situación actual pone de manifiesto la fragilidad del equilibrio en Oriente Medio y la urgente necesidad de soluciones diplomáticas duraderas. El sistema político confesional único del Líbano añade otra capa de complejidad a la resolución del conflicto en la región.