En un reciente ensayo titulado 'La Era de la Inteligencia', Sam Altman, CEO de OpenAI, ha compartido una visión audaz sobre el futuro de la inteligencia artificial (IA). Altman, cuya empresa ha ganado notoriedad por el desarrollo de ChatGPT, afirma que estamos a solo "unos miles de días" de crear una superinteligencia artificial, capaz de superar las capacidades cognitivas humanas.
Esta predicción, que sitúa el surgimiento de una superinteligencia en aproximadamente una década, ha generado un intenso debate en la comunidad tecnológica. Es importante contextualizar que OpenAI, fundada en 2015 como una organización sin fines de lucro, se ha convertido rápidamente en un referente en el campo de la IA, especialmente tras el lanzamiento de ChatGPT el 30 de noviembre de 2022.
La visión de Altman se basa en los avances recientes en modelos de lenguaje y en el desarrollo de lo que se conoce como Inteligencia Artificial General (AGI), un concepto que se remonta a la primera conferencia sobre IA celebrada en 1956. Sin embargo, esta perspectiva optimista ha sido cuestionada por varios expertos en el campo.
Grady Booch, reconocido por desarrollar el Método Booch y co-crear el Lenguaje Unificado de Modelado (UML) en 1994-1995, criticó la postura de Altman:
"La exageración de las capacidades de la IA no tiene base en la realidad y solo sirve para inflar las valoraciones, obtener titulares y distraer"
Es crucial reconocer las limitaciones actuales de la IA, incluyendo la propensión a inventar datos y los fallos en el razonamiento lógico. Estos desafíos recuerdan al test de Turing, propuesto en 1950, que aún sirve como referencia para evaluar la inteligencia de las máquinas.
Altman también señala la necesidad de reducir los costes de computación y aumentar la capacidad de procesamiento para hacer realidad su visión. Esto se alinea con la Ley de Moore, que predice la duplicación de la capacidad de procesamiento cada dos años. Sin embargo, el CEO de OpenAI advierte sobre el riesgo de que la IA se convierta en un recurso limitado, accesible principalmente para los más ricos o los gobiernos.
El debate sobre la ética de la IA, que surgió en la década de 1970, cobra ahora más relevancia que nunca. La predicción de Altman plantea importantes cuestiones sobre el acceso equitativo a la tecnología y los posibles impactos sociales de una superinteligencia artificial.
En conclusión, mientras la visión de Altman genera controversia, es innegable que el campo de la IA está avanzando rápidamente. Desde la creación del primer robot humanoide WABOT-1 en 1973 hasta el lanzamiento de asistentes virtuales como Siri en 2011, la evolución de la IA continúa desafiando nuestras expectativas y planteando nuevas preguntas sobre el futuro de la tecnología y su papel en la sociedad.