El reconocido escritor español Arturo Pérez-Reverte ha generado controversia al responder enérgicamente a la decisión de no invitar al Rey Felipe VI a la toma de posesión de la próxima presidenta de México, Claudia Sheinbaum. Esta situación ha reavivado debates históricos y diplomáticos entre ambas naciones.
Pérez-Reverte, miembro de la Real Academia Española desde 2003 y conocido por sus novelas históricas como "Las aventuras del capitán Alatriste", expresó su desacuerdo en redes sociales: "Albergaba ciertas dudas sobre si Andrés Manuel López Obrador y Claudia Sheinbaum eran imbéciles, oportunistas, demagogos, sinvergüenzas o las cuatro cosas a la vez. Este comunicado me lo aclara todo".
La exclusión del monarca español se debe a la falta de respuesta a una carta enviada por López Obrador el 1 de marzo de 2019, solicitando que España reconociera públicamente los "agravios causados" durante la conquista del siglo XVI. Este episodio histórico, que comenzó en 1519 con la llegada de Hernán Cortés y culminó con la caída de Tenochtitlan en 1521, sigue siendo un tema sensible en las relaciones bilaterales.
Sheinbaum, quien será la primera mujer electa como presidenta de México y posee un doctorado en Ingeniería Energética, justificó la decisión argumentando que la carta "no mereció respuesta alguna de forma directa, como hubiera correspondido a la mejor práctica diplomática". Como consecuencia, el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, decidió no asistir al evento.
Esta situación refleja la complejidad de las relaciones entre España y sus antiguas colonias, más de 200 años después de la independencia de México en 1821. El debate se extiende desde la conquista, pasando por episodios como la "Noche Triste" de 1520, hasta el papel de figuras como La Malinche en este proceso histórico.
Las reacciones en redes sociales han sido diversas, con algunos usuarios tachando a Pérez-Reverte de "imperialista", mientras otros lo apoyan con comentarios irónicos sobre la devolución del oro y los espejos. Este intercambio refleja las tensiones persistentes sobre el legado colonial, que incluye aspectos como el sistema comercial del Galeón de Manila y el control ejercido por la Casa de Contratación en Sevilla.
Es importante recordar que el Tratado de Tordesillas de 1494 dividió el Nuevo Mundo entre España y Portugal, sentando las bases para siglos de dominio colonial. Hoy, estas discusiones diplomáticas demuestran cómo los eventos del pasado continúan influyendo en las relaciones internacionales contemporáneas.
La polémica generada por los comentarios de Pérez-Reverte, un ex reportero de guerra con 21 años de experiencia, subraya la necesidad de un diálogo abierto y constructivo sobre el pasado compartido entre España y México, que vaya más allá de las acusaciones y busque un entendimiento mutuo en el contexto del siglo XXI.