El Parque Juan Carlos I, conocido popularmente como "Juancar", se ha convertido en un destino favorito para los madrileños que buscan un espacio verde multifuncional. Inaugurado hace 32 años, en 1992, como parte de la celebración de Madrid como Capital Europea de la Cultura, este parque de 160 hectáreas es el segundo más grande de la capital española.
Los domingos soleados, el cielo sobre el parque se llena de coloridas cometas, creando un espectáculo visual único. Esta actividad se ha vuelto tan popular que el área se ha convertido en uno de los lugares preferidos por los aficionados a las cometas en Madrid.
El parque, diseñado por los arquitectos José Luis Esteban Penelas y Emilio Esteras Martín, se construyó sobre el antiguo Olivar de la Hinojosa, una propiedad con una historia fascinante que se remonta al siglo XVIII. Actualmente, el parque mantiene su esencia con 21 hectáreas de olivar y 2.800 ejemplares de olivos.
Una de las características más interesantes del parque es su diseño en forma de anillo, dividido en cuatro zonas que representan las estaciones del año. Cada área se distingue por sus especies arbóreas y el color del adoquinado, ofreciendo un paseo a través de las estaciones.
En el corazón del parque, un lago de 30.000 m2 y una ría de 1.900 m ofrecen oportunidades para practicar deportes acuáticos como piragüismo y kayak-polo. Además, los visitantes pueden disfrutar de 13 kilómetros de sendas para correr, un carril bici para ciclistas y espacios para actividades como patinaje, yoga y crossfit.
El parque también alberga la Senda de las Esculturas, un recorrido artístico que cuenta con 19 obras de arte distribuidas por todo el espacio. Una de las más llamativas es el "donut", un círculo rojo colocado sobre una pirámide de césped.
"Correr en grupo siempre motiva más, siempre encuentras a otras personas que corren a tu ritmo... Las series las hace cada uno a su velocidad, pero los circuitos de fuerza los hacemos todos juntos".
Para aquellos que prefieren un paseo más relajado, un tren gratuito recorre el parque cada media hora, permitiendo a los visitantes descubrir todos los rincones de este oasis urbano.
El Parque Juan Carlos I no solo es un pulmón verde para Madrid, sino también un espacio que combina naturaleza, arte y recreación, ofreciendo algo para todos los gustos y edades. Ya sea para hacer ejercicio, disfrutar del arte al aire libre o simplemente respirar aire puro, este parque se ha convertido en un destino imprescindible para los madrileños y visitantes por igual.