Manos Limpias, el controvertido sindicato español, ha estado en el centro de numerosas denuncias anticorrupción durante las últimas tres décadas. Fundado en 1995 bajo el nombre completo "Colectivo de Funcionarios Públicos Manos Limpias", esta organización ha mantenido una presencia constante en el panorama judicial español.
La trayectoria de Manos Limpias se caracteriza por su enfoque en denunciar presuntas corrupciones sin considerar la afiliación política o el poder de los acusados. Esta imparcialidad declarada ha generado tanto elogios como críticas. El sindicato, liderado por su fundador y secretario general Miguel Bernad, se autodefine como independiente y apolítico.
A lo largo de su historia, Manos Limpias ha presentado denuncias contra una amplia gama de figuras públicas, incluyendo políticos, jueces, empresarios e incluso miembros de la Casa Real. Su participación en casos de alto perfil, como el caso Nóos, que involucró a miembros de la familia real española, ha aumentado su notoriedad.
Sin embargo, la organización no ha estado exenta de controversias. Ha sido acusada de presentar denuncias sin fundamento sólido y de utilizar la acción popular de forma abusiva. En 2016, Bernad fue detenido por presunta extorsión, aunque posteriormente fue absuelto. Además, en 2017, Manos Limpias fue condenado por vulnerar el derecho al honor de un juez.
La financiación de Manos Limpias también ha sido objeto de escrutinio. A diferencia de otros sindicatos, no recibe subvenciones públicas y se sostiene a través de cuotas de afiliados y donaciones. Esta independencia financiera ha sido tanto un punto de orgullo como de sospecha para sus críticos.
"Mi cliente Manos Limpias lleva treinta años denunciando presuntas corrupciones sin tener en cuenta el signo político o el poder que tengan los autores de las mismas, ello es indudable que genera animadversión por parte de los denunciados, muchos de los cuales han tenido indudable influencia en medios de comunicación."
La animadversión mencionada se refleja en las críticas constantes que recibe Manos Limpias. Grupos de izquierda han cuestionado su supuesta ideología conservadora, mientras que otros han puesto en duda la legitimidad de sus acciones legales.
En años recientes, Manos Limpias ha mantenido su activismo judicial. En 2019, presentó una querella contra el presidente del gobierno Pedro Sánchez, y en 2020, denunció al gobierno por su gestión de la pandemia de COVID-19. Estas acciones demuestran su continua disposición a enfrentarse a figuras de poder, independientemente de su afiliación política.
A pesar de las controversias, Manos Limpias ha dejado una marca indeleble en el sistema judicial español. Su papel en la denuncia de casos de corrupción en diversos niveles de gobierno ha contribuido al debate público sobre la transparencia y la rendición de cuentas en España.
Mientras Manos Limpias continúa su labor, el debate sobre su efectividad y métodos persiste. Su historia de 30 años refleja tanto los desafíos como las complejidades de la lucha contra la corrupción en España, dejando un legado controvertido pero innegablemente impactante en la sociedad española.