En un fallo histórico, un juez argentino ha ordenado a la Real Academia Española (RAE) eliminar una definición considerada ofensiva de la palabra "judío" en su diccionario. Esta decisión, tomada hace dos días, marca un hito en la lucha contra la discriminación lingüística y pone de relieve la importancia de la sensibilidad cultural en las definiciones lexicográficas.
La RAE, fundada en 1713, se enfrenta ahora a un desafío sin precedentes en sus más de tres siglos de historia. La institución, cuyo lema es "Limpia, fija y da esplendor", deberá reconsiderar su enfoque sobre ciertas definiciones que pueden perpetuar estereotipos negativos.
El juez Ariel Lijo ha ordenado la supresión inmediata de la quinta acepción del término "judío", que lo define como una persona "avariciosa o usurera". Esta definición, presente en el Diccionario de la lengua española desde hace tiempo, ha sido objeto de críticas por parte de organizaciones judías que la consideran discriminatoria y promotora de prejuicios antisemitas.
La denuncia que desencadenó esta decisión judicial fue presentada hace un mes por representantes del Congreso Judío Mundial y la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA). Estas organizaciones, fundadas en 1936 y 1935 respectivamente, han estado a la vanguardia en la lucha contra el antisemitismo y la promoción de los derechos de la comunidad judía.
Argentina, hogar de la sexta comunidad judía más grande del mundo, tiene una larga historia de integración y diversidad cultural. El primer asentamiento judío en el país data de 1860, y desde entonces, la comunidad ha contribuido significativamente al desarrollo social, económico y cultural de la nación.
El fallo del juez Lijo se basa en la premisa de que la definición en cuestión "contiene en la base de su significado un discurso de odio". Esta decisión refleja una creciente conciencia sobre el impacto del lenguaje en la perpetuación de estereotipos y discriminación.
Es importante destacar que la RAE ha realizado modificaciones similares en el pasado. En 2015, se modificó la definición de "gitano" para eliminar connotaciones negativas, y en 2018, se ajustó la definición de "fácil" para hacerla más inclusiva y menos sexista.
El español, hablado por más de 500 millones de personas en el mundo, evoluciona constantemente. La RAE, en colaboración con otras 23 academias correspondientes, trabaja en el proyecto "Diccionario panhispánico" para reflejar esta diversidad lingüística y cultural.
Esta controversia subraya la importancia de la sensibilidad cultural en la lexicografía moderna. La decisión del tribunal argentino podría sentar un precedente para futuras revisiones de definiciones potencialmente ofensivas en diccionarios de todo el mundo.
"De acuerdo con los criterios establecidos para el Diccionario de la lengua española, no es posible eliminar una acepción cuando está avalada por el uso -como sucede en este caso-, por más que pueda resultar socialmente inapropiada o reprobable. Sin embargo, se ha considerado oportuno añadir la indicación de que su uso puede resultar ofensivo o discriminatorio".
La resolución de este caso podría marcar un punto de inflexión en la forma en que las instituciones lingüísticas abordan las definiciones controvertidas, equilibrando la preservación del uso histórico con la responsabilidad social de no perpetuar estereotipos dañinos.