En un giro dramático de los acontecimientos, las Fuerzas de Defensa de Israel han llevado a cabo un ataque aéreo contra el cuartel general de Hizbulá en el sur de Beirut, resultando en la eliminación de Hassan Nasrala, líder de la organización, junto con otros altos comandantes. La operación, denominada "Nuevo Orden", marca un punto de inflexión histórico en el conflicto entre Israel y el eje liderado por Irán.
El ataque se produjo el 27 de septiembre de 2024 a las 18:20, cuando cazas F-15i israelíes lanzaron 83 bombas de una tonelada cada una contra el búnker de Hizbulá en Dahiya. Esta acción es el resultado de años de preparación y recopilación de inteligencia por parte del Mosad y la Inteligencia militar israelí.
Nasrala, quien lideraba Hizbulá desde 1992, rara vez salía de su búnker desde la guerra de 2006, consciente de que era un objetivo prioritario para Israel. La decisión de atacar se tomó en un momento de escalada iniciado por Hizbulá en apoyo a Hamas hace aproximadamente un año.
El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, declaró que Nasrala "representaba una amenaza inmediata para la vida de miles de israelíes y otros ciudadanos". La eliminación de Nasrala es considerada un golpe significativo al eje iraní en la región.
La operación ha generado preocupación por posibles represalias. Hizbulá ya ha lanzado proyectiles desde Líbano, y los hutíes de Yemen han disparado un misil en respuesta. La tensión en el norte de Israel, donde 64.000 habitantes fueron evacuados, ha aumentado significativamente.
La decisión de llevar a cabo el ataque fue tomada tras cuidadosas deliberaciones. El primer ministro Benjamin Netanyahu, el ministro de Defensa Yoav Gallant y los jefes de seguridad mantuvieron reuniones cruciales en los días previos. La información decisiva sobre la ubicación de Nasrala llegó el viernes por la mañana, lo que llevó a la aprobación final de la operación.
Este ataque podría tener consecuencias de gran alcance para la región. Hizbulá, fundado en 1985 como respuesta a la ocupación israelí del sur del Líbano, ha sido un actor clave en el conflicto durante décadas. La eliminación de su líder podría desestabilizar la organización y alterar el equilibrio de poder en la región.
Israel ha utilizado la táctica de "asesinatos selectivos" contra líderes enemigos desde su fundación en 1948. Sin embargo, la eliminación de Nasrala se considera particularmente significativa debido a su estatus como "la figura más importante del eje iraní solo por detrás del líder de Irán, Ali Jamenei".
La comunidad internacional observa con preocupación el desarrollo de los acontecimientos, temiendo una posible escalada del conflicto. La ONU, que ha mediado en múltiples ocasiones entre Israel y Líbano, probablemente intentará intervenir para evitar una guerra a gran escala.
"Llegaremos a cualquiera y en cualquier sitio y haremos todo lo necesario para devolver a los secuestrados y los habitantes del norte"
La operación "Nuevo Orden" se suma a la lista de operaciones históricas israelíes, comparable en importancia a acciones como la Operación Entebbe. Su éxito demuestra la capacidad de Israel para llevar a cabo misiones de alto riesgo más allá de sus fronteras.
Mientras Israel celebra el éxito de la operación, la región contiene la respiración ante la posibilidad de una escalada del conflicto. La eliminación de Nasrala podría marcar el inicio de una nueva fase en la larga y compleja historia del conflicto en Oriente Medio.