El gobierno de Pedro Sánchez se enfrenta a crecientes dificultades para aprobar los Presupuestos Generales del Estado, un elemento crucial para la estabilidad gubernamental. La situación refleja la compleja realidad política española, donde el ejecutivo depende del apoyo de diversos partidos nacionalistas y regionales.
En la reciente sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados, la vicepresidenta primera, María Jesús Montero, defendió la gestión del ejecutivo frente a las críticas de la oposición. Tanto el Partido Popular (PP) como Podemos cuestionaron la capacidad del gobierno para continuar la legislatura.
Cuca Gamarra, portavoz del PP, señaló:
"¿Dónde está la mayoría progresista porque no aparece por ninguna parte? ¿Le parece bien que Cerdán vaya a Suiza para comprar votos? ¿Es usted también de los que piensa que gobernar es resistir?"
Montero respondió destacando los logros del gobierno en materia de empleo y servicios públicos, contrastándolos con las políticas de privatización del PP. La vicepresidenta también acusó a la oposición de perjudicar los intereses de España con su actitud.
El debate también abordó temas de política exterior, con Ione Belarra de Podemos criticando la gestión del gobierno en el caso de los saharauis en el aeropuerto de Barajas. Esta situación pone de manifiesto las tensiones internas en la coalición gobernante.
Es importante destacar que el gobierno de Sánchez, formado por una coalición entre el PSOE y Unidas Podemos desde 2020, ha enfrentado numerosos desafíos parlamentarios. En el último año, ha perdido 35 votaciones en el Congreso, lo que refleja la fragilidad de su mayoría.
A pesar de las dificultades, Montero afirmó que el gobierno presentará los Presupuestos y buscará acuerdos con diversos grupos parlamentarios. La vicepresidenta rechazó la idea de que negociar con partidos como ERC, Bildu, Junts o el PNV sea "ceder a chantajes", como sugiere la oposición.
El debate también tocó temas controvertidos como la situación en Venezuela y las acusaciones contra el juez Manuel García Castellón, reflejando la polarización del panorama político español.
En este contexto, la aprobación de los Presupuestos se perfila como un reto significativo para el gobierno de Sánchez, que deberá equilibrar las demandas de sus socios parlamentarios con la presión de la oposición y las necesidades económicas del país.