Los principales economistas encuestados por el Foro Económico Mundial, fundado en 1971 por Klaus Schwab, señalan una estabilización de la economía global, pero advierten sobre dos amenazas significativas: el endeudamiento y la tensión política. Esta evaluación surge de una encuesta realizada a economistas jefe de destacados servicios de estudios mundiales.
El informe destaca que la moderación de la inflación y la fortaleza del comercio mundial, que representa aproximadamente el 60% del PIB mundial, alimentan un cauto optimismo respecto a la recuperación económica. Sin embargo, los elevados niveles de deuda se han convertido en una preocupación creciente, tanto en economías avanzadas (53% de los encuestados) como en economías en desarrollo (64%).
En este contexto, España emerge como un caso particular. Según un informe publicado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), fundada en 1961, España destaca por su crecimiento económico, superando a otras economías europeas. No obstante, el país enfrenta desafíos significativos que podrían obstaculizar este progreso.
La deuda pública española, que superó el 100% del PIB por primera vez en 2014, sitúa al país en una posición vulnerable. Aunque por debajo de Italia, que tiene la segunda deuda más alta de la Unión Europea después de Grecia, España se encuentra en una situación delicada. Es notable que la prima de riesgo española, que llegó a superar los 600 puntos básicos durante la crisis de deuda soberana en 2012, se está igualando con la de Francia, mientras que Portugal, que salió del programa de rescate financiero en 2014, ya supera a ambos países en este indicador.
Además de la cuestión de la deuda, España enfrenta una creciente polarización política, un factor que, según los expertos, puede afectar negativamente la estabilidad económica y la confianza de los inversores. Esta situación se refleja en la debilidad del gobierno actual y sus complejas relaciones con los socios de investidura.
El informe del Foro Económico Mundial advierte sobre la posibilidad de una "restricción fiscal", donde el aumento de los costes del servicio de la deuda limita la capacidad de los gobiernos para invertir en sectores esenciales como infraestructuras, educación y sanidad. Esta situación podría afectar especialmente a países como España, que ya enfrentan desafíos fiscales significativos.
Saadia Zahidi, Directora Gerente del Foro Económico Mundial desde 2018, enfatiza la necesidad de esfuerzos coordinados entre los responsables políticos y las partes relevantes para garantizar que la recuperación económica no se vea socavada por estas presiones. Zahidi subraya la importancia de encontrar soluciones pragmáticas que puedan reforzar tanto la resistencia fiscal como el crecimiento a largo plazo.
En cuanto a Europa, la encuesta revela que sigue siendo la región más rezagada, con casi tres cuartas partes de los encuestados esperando un débil crecimiento este año. La incertidumbre política en numerosos países, especialmente en Alemania y Francia, las dos economías más grandes de la Unión Europea, dificulta la articulación de una estrategia eficaz y coherente para estimular el crecimiento en la región.
"Puede que la economía mundial se esté estabilizando, pero los retos fiscales siguen planteando riesgos significativos"
En conclusión, mientras la economía global muestra signos de estabilización, los desafíos fiscales y políticos persisten como amenazas significativas. España, a pesar de su destacado crecimiento, no es inmune a estos riesgos, lo que subraya la necesidad de abordar de manera efectiva tanto la cuestión de la deuda como la polarización política para asegurar un crecimiento sostenible a largo plazo.