El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha confirmado un crecimiento del 0,8% en la economía española durante el segundo trimestre de 2024, según los datos de contabilidad nacional publicados hoy. Esta cifra representa una ligera disminución respecto al 0,9% registrado en el trimestre anterior, pero sigue mostrando una tendencia positiva en la decimocuarta economía mundial por PIB nominal.
El crecimiento se ha sustentado principalmente en la demanda nacional, que aportó 0,7 puntos, mientras que la demanda externa contribuyó con 0,1 puntos. El consumo de las familias experimentó un aumento del 1%, convirtiéndose en el principal motor de la economía. Este dato es particularmente relevante considerando que el sector servicios representa más del 70% del PIB español.
Las exportaciones y el consumo de las administraciones públicas también mostraron un incremento del 0,7% cada uno. Esto refleja la importancia del comercio internacional para España, que es el segundo país más visitado del mundo y el mayor productor de aceite de oliva a nivel global.
La inversión creció un 0,3%, un dato moderado pero positivo, especialmente teniendo en cuenta que la economía española se recuperó de la recesión en 2014 tras la crisis financiera de 2008. Es importante destacar que sectores como la industria automotriz y las energías renovables están desempeñando un papel cada vez más relevante en la economía del país.
Estos resultados se producen en un contexto económico complejo. Aunque España adoptó el euro en 2002 y es miembro de la Unión Europea desde 1986, enfrenta desafíos como una alta tasa de desempleo histórica y una deuda pública que superó el 100% del PIB en 2020.
El turismo, que representa alrededor del 12% del PIB español, sigue siendo un pilar fundamental de la economía. Sin embargo, la diversificación económica es evidente, con España posicionándose como el tercer productor mundial de vino y con un sector agrícola que, aunque representa menos del 3% del PIB, sigue siendo significativo.
El INE, fundado en 1945, juega un papel crucial en la medición y análisis de estos indicadores económicos. Sus datos son fundamentales para comprender la evolución de la economía española, que incluye fenómenos como la economía sumergida, estimada en torno al 20% del PIB.
Mientras el Ibex 35, principal índice bursátil español, refleja el rendimiento de las grandes empresas, el crecimiento económico general tiene implicaciones directas en la calidad de vida de los españoles, que gozan de una de las esperanzas de vida más altas del mundo.
Este crecimiento moderado pero constante sugiere que la economía española continúa su trayectoria de recuperación, alejándose de los efectos de la crisis de 2008, cuando sectores como la construcción sufrieron un duro golpe. Sin embargo, los desafíos persisten, y la evolución de sectores clave como el turismo y las energías renovables será crucial para el futuro económico del país.