La Audiencia de Lleida ha dictado una sentencia condenatoria contra un hombre de 46 años, residente de Coll de Nargó, por abusos sexuales a tres menores de edad. Los hechos, que tuvieron lugar en 2020, han resultado en una pena de 18 años de prisión para el acusado.
J.R.C., quien tenía 42 años en el momento de los delitos, fue declarado culpable de abusar sexualmente de dos adolescentes alemanas que estaban bajo su cuidado en régimen de acogida, así como de su hijastra de 15 años. Estos crímenes ocurrieron tras la separación del acusado de su pareja, con quien había convivido durante siete años.
Los abusos se produjeron principalmente durante los trayectos escolares, cuando J.R.C. transportaba a las menores en su vehículo. El tribunal determinó que el condenado realizaba tocamientos inapropiados en diversas partes del cuerpo de las víctimas.
Según la sentencia, estos actos delictivos se prolongaron desde octubre hasta diciembre de 2020, causando graves consecuencias psicológicas en las menores, incluyendo cuadros depresivos. La situación salió a la luz cuando la ex pareja del condenado lo denunció tras un examen médico realizado a una de las víctimas en el hospital de la Seu d'Urgell.
Es importante destacar que Coll de Nargó, ubicado en la comarca del Alto Urgel, es un pequeño municipio de la provincia de Lérida, Cataluña. La Audiencia Provincial, con sede en la capital de provincia, es el órgano judicial que ha emitido esta sentencia.
El abuso sexual de menores es considerado un delito grave en España, con penas que pueden alcanzar los 15 años de prisión. En este caso, la sentencia supera ese límite debido a la gravedad y reiteración de los hechos. Además, la ley española establece la edad de consentimiento sexual en 16 años desde 2015, lo que agrava aún más la situación del condenado.
La acogida familiar, como la que se daba en este caso con las menores alemanas, es una medida de protección para niños en situación de desamparo. Este caso subraya la importancia de la cooperación internacional en la protección de menores extranjeros en situaciones de acogida.
Los expertos señalan que los abusos sexuales pueden causar trastornos psicológicos graves en las víctimas, incluyendo depresión y ansiedad. Por ello, es fundamental que las víctimas reciban apoyo psicológico especializado y terapia para su recuperación.
En España, existe un Registro Central de Delincuentes Sexuales para prevenir que personas condenadas por estos delitos accedan a trabajos que impliquen contacto con menores. Además, las sentencias en casos de abuso sexual suelen incluir medidas de alejamiento y prohibición de comunicación con las víctimas.
Es relevante mencionar que la prescripción de los delitos de abuso sexual a menores no comienza hasta que la víctima cumple 18 años, lo que permite un margen más amplio para la denuncia y persecución de estos crímenes.
Este caso pone de manifiesto la importancia del testimonio de las víctimas en los procesos judiciales por abuso sexual, especialmente cuando se trata de menores. Asimismo, destaca el papel crucial de los exámenes médicos en la detección y prueba de estos delitos.
La sentencia emitida por la Audiencia de Lleida refleja la gravedad con la que el sistema judicial español trata los casos de abuso sexual a menores, especialmente cuando el agresor se encuentra en una posición de confianza o autoridad.