El juicio más significativo sobre violencia sexual en Francia en décadas continúa desarrollándose en Aviñón. El caso Pélicot, que involucra a Gisèle Pélicot como víctima y a 50 hombres acusados de violarla, ha captado la atención nacional. Dominique Pélicot, esposo de la víctima, presuntamente drogó a su mujer durante una década para facilitar estos actos.
Entre los acusados, Joan K., de casi 27 años, destaca por ser el más joven. Su declaración ante el tribunal reveló una actitud desconcertante, oscilando entre la trivialización y la aparente falta de comprensión de la gravedad de los cargos. K. insiste en que desconocía que Gisèle Pélicot estaba bajo los efectos de drogas durante los encuentros.
"Pensaba que ella estaba de acuerdo"
La sumisión química, método utilizado en este caso, es una forma de manipulación de la voluntad mediante sustancias psicoactivas, un hecho que agrava la naturaleza de los delitos cometidos.
K. visitó la residencia de los Pélicot en 2019 y 2020, cuando tenía 21 años. Su condición de militar en ese momento añade un nivel adicional de responsabilidad, dado que el ejército francés imparte formación en ética y derechos humanos. El abogado Stéphane Babonneau cuestionó la capacidad de K. para discernir el estado de consciencia de la víctima, dada su formación militar.
El análisis psicológico de Joan K. reveló una personalidad borderline, caracterizada por inmadurez afectiva e impulsividad, rasgos que afectan aproximadamente al 1.6% de la población. Sin embargo, no se identificaron patologías mentales que pudieran afectar su percepción de la realidad.
Otros acusados también han presentado sus declaraciones, argumentando manipulación por parte de Dominique Pélicot y negando conocimiento sobre la situación de Gisèle. Es importante señalar que en la legislación francesa no existe el concepto de "violación involuntaria", y el consentimiento sexual ha sido un tema central desde 2018.
Gisèle Pélicot busca comprender las motivaciones de los acusados, enfrentando un caso de trauma complejo resultante de años de abuso. El juicio, que comenzó hace un mes, continúa revelando detalles sobre uno de los casos más impactantes de violencia sexual en la historia reciente de Francia.